Competencias digitales y acreditación: las open badges
Hasta el momento, las competencias digitales están convirtiéndose en un elemento fundamental para mejorar el uso creativo, crítico y seguro de las Tecnologías de la Información y la Comunciación (TIC). Dicho uso se configura como básico, no solo para mejorar nuestra vida cotidiana o para establecer un itinerario efectivo a la hora de poner en marcha un proceso de búsqueda activa de empleo. También sirven para poder desempeñar determinados puestos de trabajo o tareas específicas.
La tendencia actual no es atesorar muchos conocimientos en forma de títulos académicos -de enseñanza reglada o no reglada- sino ser capaces de desempeñar taras específicas, conocer procesos, metodologías, herramientas y ser, sobre todo, creativos e innovadores. Pero casi tan fundamental como todo esto es poder demostrarlo. Y es aquí donde desempeña un papel fundamental la acreditación de competencias digitales para que puedan ser acreditadas y formen parte, por ejemplo, de un currículum.
Este último documento está experimentando cambios continuos, sobre todo en la forma, pero también en los contenidos. En este último sentido cobran especial relevancia las denominadas insignias o credenciales abiertas -open badge, en inglés-.
Una open badge es el indicador de un logro, una destreza, una competencia, una habilidad o un objetivo alcanzado por interés personal o profesional. Por todo ello, una open badge va más allá del registro digital de algunos de estos elementos porque permite rastrear y hacer seguimiento de las comunidades profesionales en las que el receptor de la credencial ha participado, de las instituciones y/o administraciones educativas a través de las cuales se ha formado y que emiten esa credencial abierta.
Para poner un poco en claro qué contiene una open badge podemos decir que lleva embebidos una serie de metadatos, verificables y portables que cumplen con una serie de especificaciones, y empaquetados en un fichero de imagen que ilustra la credencial.
Muy importante: cualquiera puede emitir una credencial digital abierta, obtenerla, verificar que es auténtica o revisar sus metadatos. Eso sí, todo depende del prestigio, experiencia y trayectoria de la entidad que la emita.
Cada vez es más frecuente el uso de credenciales digitales abiertas para reconocer el desarrollo del aprendizaje de las personas. De esta forma, se da paso a personas que combinan un profundo conocimiento vertical con un amplio conjunto de competencias horizontales como trabajo en equipo, comunicación, facilidades en el uso de las tecnologías digitales o rangos de competencias en el uso de lenguas.
En definitiva, las open badges muestran los recorridos de aprendizaje que las personas realizan a lo largo de vida, de forma detallada, además de información valiosa sobre su receptor.
De todo ello, una de las referencias fundamentales podemos encontrarlas en el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF)